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Nuevos equipamientos apuntarían hacia vehículos eléctricos y mascotas

19-08-2018

Los proyectos inmobiliarios transitan hacia nuevos espacios comunes y servicios, indican los especialistas. En ellos, la sustentabilidad cumple cada vez más importante.

Los proyectos de edificios residenciales viven un momento de transición. Sus espacios, comunitarios y privados, buscan adaptarse a los cambios tecnológicos y de hábitos.

Luis Ignacio Montalva, gerente general de Montalva Quindos Servicios Inmobiliarios, explica que hoy existe una inclinación muy fuerte hacia el cuidado del medioambiente, a la adaptación a los adelantos tecnológicos relacionados con la vida cotidiana, y a las nuevas formas de trabajo.

«Esto se manifiesta en aquellos edificios que incluyen zonas verdes o ecológicas destinadas al arrojo de diversos tipos desechos; la integración de tecnología antimicrobiana; la instalación de paneles solares que produzcan energía limpia; circuitos cerrados de televisión y la incorporación de ‘club house’ para grupos familiares».

Ejemplos de ello, indica Antonia Chicharro, gerente Inmobiliario de Ecasa, son los proyectos en los que está trabajando esta compañía, como la habilitación del shaft ecológico, que consiste una sala de basura destinada al reciclaje; la iluminación led en espacios comunes para disminuir el consumo eléctrico, y la evaluación de la incorporación de sistemas fotovoltaicos en sus edificios.

Además, estudian la incorporación de salas de encomiendas para compras online y de «smart eye», que es un equipamiento en el acceso, en donde el cliente puede ver mediante su celular quien está tocando el timbre.

Futuro eléctrico

A su vez, otra tendencia que viene fuerte es el impulso a la electromovilidad.

David Cabieles, jefe del Proyecto de Movilidad Eléctrica de la Agencia de Eficiencia Energética -que acaba de entregar el Estudio de Movilidad Eléctrica en Chile de la Agencia de Eficiencia Energética, desarrollado por la consultora internacional EBP- explica que si «se consideramos un escenario BAU (Business As Usual), para el 2040 el 13,7% de las ventas totales serán vehículos eléctricos. En este sentido, la oferta debe suplir una demanda de 300 millones de cargas al año, en las cuales se contempla que el 55% de las mismas será residencial, 17% serán realizadas por flotas corporativas y el 12% serán en los lugares de trabajo».

Señala el experto que «es importante entender que en el corto plazo los puntos de carga urbana deben ser un referente para entregar información y desmitificar problemáticas de infraestructura; esto, con el fin de facilitar la masificación de estos vehículos y recibir en el corto plazo los beneficios técnicos y ambientales de esta tecnología. Para el caso residencial, se requiere definir estándares mínimos para concebir, desde el diseño, los requerimientos técnicos y espaciales que requiere la carga intradomiciliaria. Actualmente, los costos por adecuar un punto de carga en un departamento varían entre 1 y 1,5 millones de pesos, según la necesidad técnica. Por lo tanto, las inmobiliarias juegan un papel determinante al incluir en sus proyectos puntos de carga, tanto individuales como compartidos».

En este sentido, Cristóbal Fuenzalida, subgerente de Proyectos de Inmobiliaria Manquehue, indica que esa compañía acaba de lanzar el proyecto de departamentos Teniente Montt 1980 en el sector de Sucre en Ñuñoa, «el que dentro de su equipamiento de vanguardia considera estacionamientos habilitados para conectar kits de carga de autos eléctricos, con el fin de responder a la demanda creciente que se espera de este tipo de vehículos en la capital en los próximos años».

Asimismo, Francisca León, gerente de Research de Almagro, dice que prácticamente todos los proyectos nuevos desarrollados en Almagro vienen diseñados y cuentan con la factibilidad técnica para que el cliente que tenga un auto eléctrico pueda hacer la instalación de un punto de carga con Enel.

«Aproximadamente, el 30% de la oferta de estacionamientos de cada edificio tienen esa característica», indica.

Mascotas en alza

Otra tendencia que se expande son nuevos los espacios pensados para mascotas.

Ana María del Río, gerente comercial Siena Inmobiliaria, señala que en su edificio Parque Walker Martínez 1100, en La Florida, cuentan con una Pet Zone en las áreas verdes que está equipada con bebederos, juegos para perros, asientos y zonas de sombra, así como de dispensador de bolsas para desechos.

Además, señala, en el edificio Cook 880, en Las Condes, dispusieron un estacionamiento especial para que pueda ubicarse un carro lavamascotas, con conexión a red de agua. Y, en ese mismo proyecto, los departamentos tienen puertas de logias con abatible para que las mascotas puedan entrar y salir. Todo ello, acompañado de un manual de convivencia para evitar conflictos por las mascotas.

Más precisión

En definitiva, asevera Francisca León, gerente de Research de Almagro, hoy se está produciendo una redefinición de muchos espacios en los proyectos.

Pero aclara: «El diseño tiene que surgir de una necesidad real del cliente, sino la innovación no tiene ninguna relevancia para él, y el recinto se vuelve un lugar abandonado, subutilizado por la comunidad y en vez de sumar un beneficio para el usuario, se vuelve un gasto innecesario».

Solo para dar un ejemplo, dice, «desde hace un tiempo en Almagro se están replanteando la idea del ‘gimnasio de edificio’. Cuestionarse esto era importante porque estos son el segundo espacio común más valorado de un proyecto, pero que en general no destaca en su evaluación. Fue así como gracias a un estudio que realizamos entre 261 clientes de Santiago, Ñuñoa y Las Condes, nos dimos cuenta de que lo que la gente busca realmente, es un espacio para hacer deporte; no un gimnasio, necesariamente. ¿Debe ese espacio entonces tener máquinas para correr o debe ser un espacio cerrado, si los clientes prefieren tener actividades deportivas al aire libre?»

Y agrega: «Otro testimonio relevante que recibimos es que les encantaría hacer más deporte, pero muchos de ellos no tienen con quién dejar a sus hijos. De esta forma, lo que estamos haciendo en algunos de nuestros proyectos es tener un gimnasio conectado a una sala de juegos para niños y así la persona puede hacer ejercicio mientras su hijo está en un ambiente amigable, seguro y controlado».

En este mismo sentido, Andrés Ergas, gerente comercial de RDG (Ralei Development Group) señala que han ido replanteando sus espacios comunes. Así, por ejemplo, dice: «Pensando en los más pequeños de la familia, Parque Pocuro dispone de juegos al aire libre y una sala acondicionada para que desarrollar actividades sin estar bajo el sol, equipada con una piscina de pelotas, mesas y sillas, y muro de escalada».

A su vez, explica, también está equipado con un salón fitness para realizar ejercicios funcionales en grupo o una clase de zumba».